lunes, 1 de julio de 2013

¡Al ataque con el pañal!

Entrada Urgente a Petición
¿NO sabes bien cual es la mejor forma de retirar el pañal a tu hijo?

Un buen momento para quitar el pañal a tu hijo es alrededor de los 2 años, 2 años y medio. Cada niño es una persona particular con sus ritmos, su comprensión y madurez, así que si aún no ves que esté preparado no le fuerces y espera un poquito más. Probablemente si tu hijo está en un período de adaptación por algo (inicio de guardería, llegada de un hermanito...) no sea un buen momento para intentar hacer otro cambio más, es conveniente esperar.

Las señales para saber si está preparado pueden ser: que se toque cuando note que tiene ganas de hacer pis, cuando le veas que entiende a tus explicaciones, que es capaz de mantenerse sentado sin ayuda...

Compra un asiento especial de niños que se acople en el inodoro y mejor aún si también compras unas escaleritas para que él pueda subir y bajar más fácilmente, pero siempre con tu ayuda y tu presencia.

La mejor manera de intentar quitar el pañal es explicándole lo que queremos conseguir y porqué hacemos eso y acompañarlo de un ejemplo práctico nuestro cada vez que vayamos al aseo. Explicar mediante el diálogo y a la vez el modelado, es decir, explicarlo a la misma vez que vamos al aseo y estamos quitándonos la ropa y sentándonos para hacer pis o caca. De esta manera, entenderá mejor lo que le decimos porque lo está viendo al mismo tiempo. 

Es importante hacerlo nosotras primero durante un par de semanas cada día y hacerle entender que eso lo hacen todas las personas que se van haciendo mayor. El método es ir narrándole desde el momento que notamos que tenemos ganas de ir al aseo, como nos desvestimos, como hacemos pis, como nos tenemos que limpiar y tirar de la cadena y volvernos a vestir. 
También es bueno preguntarle si a él le gustaría hacer pis de mayor incluso, elegir con él el asiento que vayamos a poner en el inodoro. Cuanto más partícipe se le haga más diversión le genera y más motivado estará. Lo importante es que lo vea como algo bueno, novedoso, un logro, al contrario que una obligación y una presión. 

Una vez que hemos servido de modelo a nuestro hijo, podemos decirle adiós con la mano al pañal y que vea que nos vamos a despedir de él durante el día para que el culito esté libre y se sienta fresquito. 
Es hora de explicarle que cada día, 3 veces al día vamos a acompañarle a sentarse para que él simule la situación real. Le decimos que quizá cuando vayamos ahora no le va a apetecer pero que así lo va a ir aprendiendo, que cuando note en algún momento la sensación de que quiere hacerse pis o caca tiene que hacer lo que vamos a estar ensayando. 

Es esencial tener paciencia, no reñirle, sino al contrario, adelantarle que a la primera no va a salir el pis o la caca en el inodoro, pero que poco a poco él irá notando cada vez más que necesita ir hasta llegar un día que lo sepa controlar. <<Habrá días que no te salga, habrá días que después de estar sentado se te escape el pis en el suelo>>, <<no pasa nada, es normal, lo tendrás que ensayar muchas veces hasta que hagas pis de mayor sentado>>, <<mamá va a estar contigo contenta aprendiendo contigo hasta que te salga, no tenemos prisa>>, <<yo me siento feliz y contenta de enseñarte>>.

Guíale, no le fuerces, no le exijas, comparte con él su aprendizaje disfrutando de esos momentos, y no te desesperes, le saldrá cuando esté preparado. Si en algún momento te supera el estrés, que no te vea, puede generarle frustración.

Ofrece lo mejor de ti, ¡Hasta mañana!













No hay comentarios :

Publicar un comentario

¿Alguna sugerencia para mi próxima entrada?.
¡Me encantará dedicártela!