martes, 18 de junio de 2013

¡¡¡El terror de los que nos rodean!!!.

REVOLUCIÓN DE HORMONAS EN EL EMBARAZO 


Este tema desde luego inquieta más que a la propia embarazada a todas las personas que nos quieren y tanta paciencia tienen que aplicar a veces en este caos hormonal.

Es cierto que esta falta de control de nuestro cuerpo y emociones nos hace vulnerables e irritables en situaciones que anteriormente no dábamos tanta importancia. A ello, se le suma nuestra excesiva preocupación por todo e innumerables dudas e inquietudes que nos     surgen sobre como estamos llevando el grado de nuestro perfeccionismo con los temas que ataña a nuestros primeros cuidados de nuestro bebé.

Esta bipolaridad de estados de ánimo a veces es tan acentuada que puedes comenzar por levantarte una mañana como otra cualquiera con deseos inmensos de dar lo mejor de nosotras mismas y porqué no, ofrecer las mejores de nuestras sonrisas cuando de repente, y sin motivo aparente, el mal humor te invade como virus en el cuerpo y dificulta al menos, durante un rato, el poder disfrutar de lo que había comenzando como un día redondo.

La causa: todos los cambios hormonales por los que pasa el cuerpo afectan al nivel de los neurotransmisores, que son los mensajeros químicos del cerebro y éstos, son los que contribuyen a crear el estado de ánimo. Así que, en mayor o menor medida, todas las embarazadas pasamos por esta revolución. 
Pueden variar las molestias del embarazo según cada caso: ansiedad, depresión, insomnio, nauseas, mareos, cansancio, dolor de espalda, acidez, dolor de manos por el síndrome del túnel carpiano, etc. pero el cambio de humor lamentablemente lo sufrimos todas. Por lo tanto, es aconsejable tener un plan para afrontar este desorden y si puede ser por escrito, no porque se nos vaya a olvidar alguna cosa con esa memoria de elefante que tenemos en estos 9 meses... sino, porque es bueno tenerlo a mano ya que cuando estos maravillosos cambios acechan ¡ay pobre del que esté cerca!.

Algunos pequeños consejos:

- Aceptación Personal de lo que ocurre: ante todas las cosas que nos vienen en la vida dadas por imposición, lo mejor son aceptarlas lo mejor posible y sobre todo, lo más rápido posible pues el período de adaptación será más corto y nos llevará a sentirnos mejor más rápidamente.

- Comunicación con la familia: es importante que las personas que te rodean sean conscientes de estos cambios y si es posible, leer juntos acerca de este tema o pedir información al ginecólogo. Siempre la familia es más receptiva a la información dada por un profesional que por la propia "locatis histérica". Transmitir también como nos sentimos es bueno para crear un vínculo positivo y si cabe, que desarrollen un cierto grado de empatia hacia lo que estamos viviendo.

- Comunicación con la pareja: compartir con él nuestras emociones, sentimientos, preocupaciones y siempre poniendo de nuestra parte asumiéndole que en ocasiones, somos conscientes de que nuestras rabietas son desproporcionadas. Si existe cierta confesión por nuestra parte él no sólo agradecerá esas palabras sino que de esa manera quitamos importancia a momentos de tensión que pueden generarse. Nunca van a llegar a comprender lo que nos sucede pues son hombres, y ellos, no se han puesto en nuestros zapatos y no podrán hacerlo pero también, tenemos que pensar que su paciencia, a veces, tampoco sabemos lo que cuesta ponerla en práctica. Si existe esta complicidad puede haber cabida a incluso bromas en momentos de discusión o pataleta.

Una anécdota personal graciosa es que mi marido me dijo un día: <<uy que bien te he visto hoy, cuanto te has reido, que cariñosa estás conmigo, temo la noche por si me va a venir a visitar el gremlin que escondes>> y bueno, a veces, cuando mi hormona del mal humor se empieza a asomar, nos miramos y nos reímos.

- Evitar situaciones de estrés: identifica las fuentes de estrés y trata de cortarlo de raíz bien solucionándolo de la mejor manera o posponiéndolo para cuando estemos más tranquilas. Si no es posible, aprende a delegar o a hacer las cosas sola si crees que vas a sentirte más traquila. Si es una situación dada quítale importancia pensando que es la revolución de hormonas las que están haciendo que te sientas nerviosa o bien, alejarte unos minutos de la situación de estrés.

- Haz actividades que te gusten: el ejercicio libera tensiones y ayuda a dormir mejor.

- Duerme lo más que puedas

- Mantén relaciones sexuales con tu pareja: ayuda no sólo a liberar tensiones a nivel individual y en pareja, sino que contribuye a potenciar la unión y comunicación entre los dos. Hay que decir también que es bueno porque al estar haciendo ejercicio el bebé recibe más oxígeno y por supuesto, también será un beneficio para el momento de dar a luz porque la musculatura estará más estimulada y facilitará el nacimiento de nuestro bebé.

Está claro que todo esto depende como siempre de la persona, de la relación con la pareja que tengamos, la situación laboral que tengamos en este momento y los recursos de afrontamiento de los que dispongamos. Sin embargo, todas tenemos que pasar por ello, así que, lo más inteligente para nosotras mismas es ponernos manos a la obra lo antes posible y por supuesto, tener a los que conviven con nosotros lo más cerca posible para hacerles partícipes y nos sepan ayudar lo mejor posible ya que en muchos de los casos, las barreras que nosotros mismos creamos dificultan a la otra persona a saber ayudarnos.

¡Ofrece lo mejor de ti, hasta mañana!

1 comentario :

  1. Muy buenos consejos. Creo que habría que hacerse un letrero recordatorio y pegarlo en la nevera. ;)

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